Después de cuatro carreras por Asia y Oceanía en 6 semanas, el paddock regresa al viejo continente para cerrar la temporada en la cuarta carrera del año en suelo español. Desde este viernes hasta el domingo se disputará en el Circuito Ricardo Tormo de Cheste (Valencia) la decimonovena y última carrera de la temporada 2019. Como es habitual desde hace años, la cita valenciana pondrá punto final a casi 10 meses de competición en la que el campeonato del mundo ha competido en 16 países distintos.
El Circuito de la Comunitat Valenciana se completó en 1999 y celebró pruebas del Campeonato de MotoGP ya en ese mismo año. La pista de Cheste tiene varios diseños, que se corren en sentido antihorario con diferentes longitudes. Las carreras de MotoGP se llevan a cabo en una pista de 4 km que consta de cinco curvas a la derecha, ocho a la izquierda y una recta de 876m. Aunque la pista se considera bastante pequeña, el complejo de boxes contiene 48 garajes, mientras que las tribunas estilo estadio pueden albergar hasta 150,000 espectadores. El diseño del circuito que permite ver todas las partes de la pista desde cualquier puesto y ayuda a crear una atmósfera única que los pilotos españoles e internacionales disfrutan por igual. Al tratarse de la última carrera de la temporada siempre hay una sensación de fiesta en el Gran Premio, que fue votado mejor GP de 2005 por IRTA.
Tito Rabat no pudo finalizar las carreras de Japón y Australia debido a una lesión en la mano y no participó en el último GP de Malasia. Afortunadamente, el piloto barcelonense estará presente en el GP de la Comunitat Valenciana en un circuito en el que ganó en el año 2015 cuando competía en Moto2 y que, en su última participación en MotoGP en 2017, logró acabar dentro del Top10.
Karel Abraham, por otro lado, intentará revertir la mala suerte de Malasia en un circuito que le vio ganar en 2010 en el primer año de la categoría de Moto2 en el campeonato de mundo.
“Tengo ganas de acabar la temporada de la mejor manera posible por todo lo alto delante los fans españoles aquí en Valencia”.
“La de Valencia es siempre una carrera extraña porque, por un lado, estamos todos cansados y con ganas de tener algo de tiempo para desconectar y disfrutar del invierno. Por otro lado, es triste porque es la última carrera de la temporada. Sin embargo, tengo ganas de correr porque tengo buenos recuerdos de este GP y, de hecho, aquí gané una carrera en Moto2”.