Esponsorama también estará presente con su sponsor Air Europa apoyando al piloto andorrano Albert Llovera en el Rally Dakar 2017. De esta manera la presencia de las marcas que representa la empresa de Raúl Romero, se extiende también a la categoría de camiones, y se suma a los proyectos de patrocinio que Esponsorama tiene con varios equipos de coches y motos.
Esta será la cuarta participación en el Dakar de Albert Llovera, quien tras terminar 35º en la última edición espera poder mejorar al volante de su Tatra Jmail preparado por el equipo checo Bonver Dakar Project. Pero solo terminar otro Dakar significaría muchísimo para el piloto andorrano, porque no es fácil terminar el rally más duro del mundo al volante de un camión, a pesar de estar en una silla de ruedas. Albert ha aprendido a convivir con la falta de movilidad en sus extremidades inferiores, pero su afán de superación puede con cualquier reto que se proponga. En la cabina de su Tatra le acompañarán el experimentado copiloto belga Charly Gotlib y el técnico de la marca checa, Jaromir Martinec.
El Dakar se presentó el miércoles en París y allí estuvo Llovera. El rally que dará comienzo el día 2 de enero en Asunción, la capital de Paraguay, promete ser mucho más duro que en las últimas ediciones. De Paraguay pasará a las etapas de altura en Bolivia, para después dirigirse a suelo argentino, donde los participantes llegarán a la meta el 14 de enero en Buenos Aires.
Albert Llovera (Tatra Jmail Bonver Dakar Project)
“Para mí es todo un orgullo poder anunciar este acuerdo y trabajar conjuntamente con Esponsorama, pero sobre todo trabajar con Raúl Romero que cuenta con muchísima experiencia en competición y juntos seguro que podemos hacer cosas muy buenas. Y por supuesto quiero agradecer a Air Europa su apoyo en este nuevo desafío. El objetivo en este Dakar 2017 sobre todo es llegar a la meta y mejorar la posición del año pasado. Creo que no va a ser fácil porque al desplazarme en silla de ruedas todo es más complicado, hasta moverme para ir al servicio o a cenar en el bivouac es difícil. En Bolivia también sufriremos muchísimo, porque pasaremos cinco días entre 3.500 y 4.700 metros de altitud, y esto también es desfavorable para mi condición; el año pasado tuve bastantes espasmos. Pero es algo que forma parte de este desafío y tenemos que estar muy contentos de poder estar por cuarto año consecutivo en la mejor aventura del motor en todo el mundo. Doy las gracias a todos los que hacen que sea posible y espero divertirme mucho.”