El Gran Premio de España en Jerez vuelve a dejar a los pilotos del Reale Avintia con la miel en los labios. A pesar de que Tito Rabat ha conseguido entrar en la zona de puntos quedando 15º, su compañero Karel Abraham se ha vuelto a quedar a las puertas, entrando por detrás de Rabat.
El Gran Premio de España comenzaba para los pilotos con el claro objetivo de conseguir la mejor puesta a punto de sus Ducatis. A pesar del incansable esfuerzo del español Tito Rabat y del checo Karel Abraham, ambos pilotos partieron desde la 20º y 21º posición de la parrilla de salida el domingo.
Tras una situación difícil en la que los dos pilotos rodaban juntos, Tito consiguió escalar hasta la 15º posición mientras que Abraham se quedaba 16º. Una carrera en equipo muy parecida al GP de las Americas en la que Abraham cometió varios errores que le hicieron despegarse de su compañero Rabat.
Una carrera donde han conseguido entender mejor la moto y progresar en la puesta a punto y en las frenadas que sin duda pondrán en práctica en el siguiente Gran Premio, el de Le Mans.
»Bueno, después de un fin de semana complicado hemos entendido muchísimas cosas, hemos mejorado lo del grip. Ahora el objetivo es hacer la moto un poco más ágil durante la carrera para que podamos llegar con mas fuerza a final de carrera, pillar un ritmo un poco mas elevado con menos esfuerzo. Pero bueno, ha sido para mi super importante este punto, al menos un punto va bien. De cara mañana al test, vamos a trabajar en la moto, seguir trabajando en las frenadas y subir de nivel»
»Estoy muy enfadado. Ya van dos carreras seguidas en la misma posición, 16º. Es una pena. Cometí un error al inicio y odio comenzar así el segundo año, fue muy mal y es imposible retroceder. De todos modos, la primera vuelta estuvo bien, la primera parte de la carrera fue buena, entonces Tito me adelantó, todavía estaba bien, pero desafortunadamente empecé a perder la delantera y cometí dos errores seguidos en la curva 6. Entonces Tito abrió bastante distancia cuando cometí un error y luego apreté pero me quedé con la misma brecha detrás de Tito, pero no pude recortarle, fue muy duro»